La rosa es la reina de las flores gracias a la belleza de éstas. Pero si a la rosa le añadimos su increíble perfume, obtenemos la flor por excelencia. En las siguientes líneas nos dejaremos llevar por el embriagador perfume de las rosas.
Descubrir el olor de una rosa es un acto tan sutil como el que se hace en una cata de vinos. En función de su exposición al suelo, la época del año en la que estemos y la hora del día que sea, el olor de una rosa se expresa de una manera diferente. La fragancia puede incluso cambiar significativamente de un día para otro en la misma variedad. Y es que incluso la temperatura y la humedad juegan un papel muy importante. Para definir todas las sutileza se necesita una educación larga y mucha práctica.
Para demostrar que la fragancia evoluciona en el transcurso del día, vamos a poner un ejemplo con las rosas del rosal Golden Celebration, también conocido como Ausgold. Por las mañanas su grandes flores amarillas desprenden una fragancia que recuerda a la del té de limón. Conforme avanza el día y los rayos del sol aumentan, el aroma se convierte en un olor dulce afrutado con notas de fresa, mientras que al final del día descubriremos con toda claridad un aroma a zarzaparrilla.
Las flores del rosal Madame Alfred Carrière también pueden servirnos de ejemplo, ya que éstas presentan un dulce aroma de rosa antigua con toques de lichi por la mañana, evolucionan con toques de cítricos e incluso de pomelo, y terminan el día con aromas de mora confitada.
¿Cómo apreciar el aroma de una rosa? Para descubrir el sutil aroma de una rosa debes ser paciente y delicado. No trates de respirar profundamente, ya que los receptores olfativos de la nariz se saturan rápidamente y si se les pide demasiado de una forma precipitada no serán capaces de distinguir los matices.
Acerca tu nariz lentamente al corazón de la flor y respira normalmente con breves apneas entre las respiraciones. También debes saber que el mejor momento para obtener los perfumes deliciosos de las rosas es por la mañana, temprano, hora en la que los brotes no se han abierto aún y conservan su olor.
El aroma de una flor es un poco su huella digital. Es como una expresión de su personalidad. La fragancia es un mensaje atractivo para los insectos polinizadores. En la mayoría de las flores este aroma desaparece tras la fecundación. Muchas rosas híbridas son completamente estériles y su fragancia no les es de utilidad.
¿Por qué las rosas de las floristerías no tienen olor? El olor de la flor es una especie de expresión intensa de su "deseo de amor", un medio fugaz para aumentar sus posibilidades de ser fecundada. Esto explica que las rosas de floristerías sean prácticamente inodoras.